Es importante saber qué tipo de necesidad tiene cada persona, para así acertar en la elección de este tipo de producto. A continuación, destacamos una serie de condiciones para su elección.
Cuando se sufre de dolor de espalda, la faja lumbar es un buen aliado para apaliar el dolor. Gracias a ella se consigue distribuir mejor las cargas de los discos traseros, evitando los movimientos extremos y además el calor, ofrece un efecto analgésico.
En primer factor a considerar para la elección de la faja lumbar es la morfología del usuario. En personas con caderas grandes, de más de 1,90 de altura y con sobrepeso, se las puede otorgar una faja lumbar de ancho entre 21 a 26 cm.
En mujeres embarazadas, exenten cinturones lumbares maternos más concretos, para dolencias como dolor pélvico o sacroilíaco.
Es muy importante elegir el adecuado tamaño de la faja lumbar, para que sea efectivo su tratamiento. Por eso tal y como acabamos de destacar, la altura de la faja y su tamaño, lo va a determinar la morfología de la persona.
La parte baja de la columna la soporta el equipo adaptativo, consiguiéndose disminuir el riesgo del dolor lumbar. Esta consigue que los músculos descansen, siempre y cuando esté bien ajustada, reduciendo a su vez el dolor.
También hay diferentes tipos de fajas lumbares dependiendo del dolor de espalda que tenga la persona.
Por ejemplo, las fajas lumbares intermitentes son aquellas utilizadas cuando se padece de dolores de espalda puntuales. Si son de forma más continuada o permanente, las fajas lumbares deben de estar especialmente indicadas, para que estén todo el día en contacto con la piel.
La parte baja de la columna la soporta el equipo adaptativo, consiguiéndose disminuir el riesgo del dolor lumbar. Esta consigue que los músculos descansen, siempre y cuando esté bien ajustada, reduciendo a su vez el dolor.
También hay diferentes tipos de fajas lumbares dependiendo del dolor de espalda que tenga la persona.
Por ejemplo, las fajas lumbares intermitentes son aquellas utilizadas cuando se padece de dolores de espalda puntuales. Si son de forma más continuada o permanente, las fajas lumbares deben de estar especialmente indicadas, para que estén todo el día en contacto con la piel.
También otro aspecto que tenemos en cuenta desde Ortopedia López Gómez es el nivel de actividad física de la persona. Si se tiene mucha actividad física, las fajas lumbares deben tener una alta capacidad de traspiración.
Con todo ello, queremos dar constancia que la elección de una faja lumbar no se puede realizar de forma arbitraria y sin asesoramiento.
Nuestros profesionales estamos especializados en ofrecer la faja lumbar que mejor se adapta a cada persona, porque como hemos visto de una forma detallada, depende de muchos factores para que tenga una adecuada efectividad sobre la dolencia.
Visítanos en nuestra ortopedia y te ayudaremos a mejorar tu calidad de vida con este y otros productos y servicios