La cera fundida crea una sensación de calor que contribuye a aliviar cualquier tipo de dolor que puedan presentar nuestros pies o manos, incrementando el flujo sanguíneo, destensando los músculos y por lo tanto relajando dichos pies y manos.
Esta tiene la ventaja de que se puede aplicar directamente sobre la piel sin sufrir ningún riesgo de quemadura, ya que su punto de fusión es bajo.
A la cera de parafina también se le pueden añadir diferentes aceites esenciales que periten dar un aroma agradable contribuyendo también a la relajación.
Esto se consigue gracias a un aparato que funde la cera de parafina a un punto que no sea perjudicial para la piel. Se debe de sumergir la mano en la cera derretida varias veces, permitiendo que dicha cera se endurezca y se vaya enfriando poco a poco.
Posteriormente hay que envolver la mano o el pie con una bolsa de plástico que viene con nuestro kit. Por encima hay que poner una toalla gruesa para evitar que se escape el calor. De esa forma gracias a la bolsa y la toalla, conseguimos que el calor que proporciona la cera de parafina se concentre sobre la zona afectada.
Seguidamente hay que esperar durante unos 15 a 20 minutos para que la cera se endurezca. Durante este tiempo recomendamos aplicarnos unos masajes relajantes tanto por el antebrazo como por la zona de los gemelos, para que dicho masaje complemente al efecto de la parafina sobre la zona afectada.
Es importante aplicar una crema hidratante ya que este tratamiento puede dejar la piel seca y vulnerable.
Por todo ello te invitamos a que te acerques a nuestra ortopeda de Valladolid y descubras estos y otros beneficios que puede proporcionarte los tratamientos con cera de parafina. Estaremos encantos de ayudarte y asesorarte en lo que necesites.